Mexico is a country of sometimes harsh contradictions. What seems true is not necessarily true. What seems false is not necessarily false. It Depends. It depends on how we view the world, our definitions, our prejudices, our doubts, the clarity of our vision, and our inclination to embrace the seductions and contradictions of metaphors. Nowhere in Mexico are contradictions and metaphors more evident than in the bullring. Despite almost universal disdain from the outside world, bullfighting is still alive in Mexico. Violent death is the great equalizer and gives rise to innumerable conclusions and judgments too often made from safe distances, but in the case of bullfighting, the real truth is not as simple as good or bad, true or false, fact or fiction, alive or dead. Hundreds of years and multiple layers of history, culture, religion, tradition, emotion, technique, pageantry and spectacle, make up the contradictions of bullfighting. The bull's death is ... almost certain. The story behind this death is ... complicated and difficult, and as in the entire country of Mexico, not necessarily what it looks like or what we think it should be.
The bullfight itself is a choreographed dance with death as the final improvisation. The metaphor is life, and the dance of life is, as we all know, complicated, even at its best, and contradictory most of the time. Uninformed conclusions about bullfighting in the absence of a real context are simply misinformed. For the truly reasonable and fair person, any conclusion remains difficult, but it is safe to say that bullfighting is not exactly what we see on the surface. As is often the case, what we don't see is what matters. The following images are the ones that I am familiar with at this point in my experience. There is more to learn about this whole story.
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México es un país de contradicciones a veces duras. Lo que parece cierto no es necesariamente cierto. Lo que parece falso no es necesariamente falso. Depende. Depende de cómo veamos el mundo, nuestras definiciones, nuestros prejuicios, nuestras dudas, la claridad de nuestra visión y nuestra inclinación a abrazar las seducciones y contradicciones de las metáforas. En ningún lugar de México las contradicciones y metáforas son más evidentes que en la plaza de toros. A pesar del desdén casi universal del mundo exterior, la tauromaquia sigue viva en México. La muerte violenta es el gran igualador y da lugar a innumerables conclusiones y juicios hechos desde distancias seguras, pero en el caso de la tauromaquia, la verdad real no es tan simple como buena o mala, verdadera o falsa, realidad o ficción, viva o muerta. Cientos de años y múltiples capas de historia, cultura, religión, tradición, emoción, técnica, boato y espectáculo, componen las contradicciones de la tauromaquia. La muerte del toro es ... casi segura. La historia detrás de esta muerte es ... complicada, y como en todo el país de México, no necesariamente lo que parece o lo que pensamos que debería ser.
La corrida en sí es un baile coreografiado con la muerte como improvisación final. La metáfora es la vida, y la danza de la vida es, como todos sabemos, dura, incluso en su mejor momento, y contradictoria casi todo el tiempo. Las conclusiones desinformadas sobre la tauromaquia en ausencia de un contexto real son simplemente desinformadas. Para la persona verdaderamente razonable, cualquier conclusión sigue siendo difícil, pero es seguro decir que la tauromaquia no es lo que parece. Como suele ocurrir, lo que no vemos es lo que importa. Las siguientes imágenes son las que conozco en este momento de mi experiencia. Hay más que aprender sobre toda la historia.